sábado, 8 de enero de 2011

"UNITED FOR CHILDREN-UNITED AGAINST AIDS"

http://www.unicef.org/spanish/aids/index_54288.html


UNICEF da a conocer un informe sobre una epidemia "subterránea" de VIH en Europa del Este y Asia central

Nina Ferencic, coautora de "Blame and Banishment", habla sobre los efectos de la epidemia del VIH en los niños
 

Una niña de seis años de edad abraza a una trabajadora social en el centro municipal de servicios sociales de Kyiv, la capital de Ucrania. La niña perdió ambos padres debido al SIDA y está infectada con el VIH

NUEVA YORK, Estados Unidos, 14 de Octubre de 2010 - Sólo el 24% de los jóvenes afectados por el VIH de Europa del Este y Asia central reciben el tratamiento antirretroviral que requieren debido a su estado de salud, según indica un informe de UNICEF que se dará a conocer en breve. El estudio también señala que en esas dos regiones las personas con VIH sufren de manera generalizada el estigma social que se relaciona con esa infección, especialmente cuando se trata de personas que consumen drogas inyectables ilícitas.

El informe, titulado Blame and Banishment, se dará a conocer durante la XVIII Conferencia internacional sobre el SIDA, que se celebrará del 18 al 23 de Octubre en Viena (Austria). La conferencia anual es la reunión más importante de expertos sobre el VIH del mundo y en la misma también participan dirigentes políticos, personas infectadas con el virus y organizaciones e individuos comprometidos para poner fin a la pandemia.

Nina Ferencic, coautora del informe y Asesora Superior sobre VIH y SIDA de UNICEF para Europa central y del Este y la Comunidad de Estados Independientes, conversó recientemente con Radio UNICEF sobre los resultados del estudio.

La juventud marginada

Ferencic explicó que muchos de los adolescentes más amenazados por la infección tienen problemas para obtener el apoyo y los servicios que se brindan a los adultos. El informe explica que las agrupaciones gubernamentales y de la sociedad civil se muestran reacias a prestar ayuda a los jóvenes más amenazados por temor a que se considere que aprueban sus comportamientos ilícitos o socialmente inaceptables, como el consumo de drogas y la prostitución.


Dima, de 18 años de edad, frente al Centro de prevención de la adicción de de Kaliningrado, que recibe apoyo de UNICEF y está ubicado en la región occidental de Rusia

"Hay una renuencia generalizada a reconocer la participación de los menores y jóvenes en esas prácticas", apuntó Ferencic.


Muchos jóvenes de esas regiones también temen que si se hacen el test del VIH o solicitan tratamiento, o si acuden a otros servicios de reducción del riesgo de contagio, se informará a las autoridades acerca de sus prácticas y comportamientos arriesgados. Según un reciente estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en seis países de Europa del Este y Asia central, las personas que viven con VIH tienen más temor del estigma social que conlleva esa enfermedad que de las consecuencias de la misma para su salud.


Los factores de los comportamientos arriesgados


Ferencic añadió que otro de los factores que agrava la crisis es que debido a circunstancias sociales, económicas o familiares, un número creciente de niños y niñas no se encuentra bajo la supervisión de sus progenitores.



Alexandra, de 17 meses de edad, vive en un albergue para niños huérfanos o abandonados debido al SIDA que recibe apoyo de UNICEF. El hogar infantil se encuentra en la ciudad portuaria de Kaliningrado, en la región occidental de la Federación de Rusia

Según cálculos de los expertos, en Europa del Este y Asia central hay más de un millón de niños de la calle, que viven en situación de pobreza y que en algunos casos deben prostituirse para poder sobrevivir.



"El principal reto que implica la respuesta al VIH", se señala en el informe, "consiste en comprender que se trata de una epidemia que afecta principalmente a las personas a las que la sociedad considera antisociales o delincuentes. Las esperanzas con respecto al futuro están cifradas en los nuevos modelos de servicios integrados para mujeres, niños, niñas y jóvenes que desarrollan tanto las organizaciones de la sociedad civil como los servicios sociales y sanitarios de los gobiernos".


Compasión en lugar de culpa


Ferencic agregó que espera que el informe demuestre que hay muchos jóvenes marginados que necesitan apoyo y protección.


"Esperamos que el informe genere más atención con respecto a las cuestiones que afectan a los niños, niñas y jóvenes que son vulnerables, que tienen comportamientos de riesgo o que ya viven con el VIH o el SIDA", apuntó. "Esos niños y jóvenes deben contar con acceso al apoyo y a los servicios especiales que necesitan".

El informe señala que cuando se trata de ayudar a los niños y jóvenes afectados por la epidemia es necesario reemplazar la culpa y el ostracismo mencionados en el título del mismo por el cuidado y la compasión. "De no mediar una mayor solidaridad y aceptación social", concluye el informe, "el sufrimiento de los afectados, al que se suele considerar autoimpuesto, queda atrapado en un vacío moral, entre algo cuya existencia simplemente se acepta y algo que constituye una obligación moral que impulsa a la acción".



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